martes, 15 de septiembre de 2009

Vino Amargo

No se si reírme, cambiar de canal, dejar que este feroz sueño se apodere de mi cuerpo y apagar la Tv o, sencillamente, terminar de ver el partido de Perú por un deber netamente periodístico. Nunca pensé que iba a aborrecer tanto al fútbol. Nunca digas nunca.

No pienso hablar del partido, ni de porque perdemos, ni de Burga, ni de otra goleada, ni de compromiso, ni de que pasaría si Cueto, Cubillas, Velasquez, Perico pudieran jugar. No voy golpear este teclado al recordar las fallas de la defensa, ni mirar por la ventana para buscar ese ABC de todo técnico que parece estar anclado en el océano del olvido para Chemo. Por primera vez en toda mi vida, no pienso hablar una sola palabra que este ligada al fútbol. Ya no.

Venezuela es otro vino amargo, un trago de ese alcohol que ya nos tiene a todos con una resaca de mas de 24 años y que al parecer, durara unos cuantos mas.

Por no caer en la pena, me refugio en la risa, sonriendo cual loco, un demente entorpecido por la falta de gloria de esta moribunda selección. Me rió, porque duele, me rio, porque lastima, me rio...¿Por que? Ni yo mismo lo se.

Ahora ¿Que sigue? ¿Que circo nos contratara para ser payasos? ¿Negativo? ¿Yo? ¿Alguien me puede tildar de negativo a estas alturas? Porfavor, no le den otra razon a mi risa maquiavelica.

Pensé que con Uruguay algo iba a cambiar, pensé que "Si, se podia", pensé, pensé y pensé. Que iluso filósofo.

Para terminar, solo le mandaré un mensaje a los hinchas argentinos y a Maradonna: DIEGO NO TE PREOCUPES, YA VIENE PERÚ.

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