Es una pena que en la segunda división los protagonistas, fecha tras fecha, sean la violencia y las polémicas ocasionadas por el mal arbitraje. A todo esto se le suma el pésimo estado de las canchas que hacen aun más lamentable la situación de un torneo olvidado por todos, menos por los hinchas.
La cancha del estadio Municipal Niño Héroe Manuel Bonilla era una vergüenza, no hay otra palabra para describirla. Hace que uno se pregunte cómo es posible que un torneo profesional se juegue en tan precarias condiciones. Con cada disparo al arco, barrida o tiro libre la cantidad de tierra que se levantaba era suficiente como para ahogar a cualquiera de nosotros. Además el desnivel de la cancha hacía que el juego sea impreciso e impredecible, ya que no se sabía hacia donde daría bote el balón, y es que el Muni no tiene dinero para jugar de local en otro estadio, pero eso ya es otra historia. Pero lo que es inconcebible es que un partido de un campeonato se paralice por más de 1 hora por supuestos problemas administrativos del club, en cual podría caber también la falta de seguridad que brinda el estadio, ya que es un horror que dos hinchadas estén en la misma tribuna, una completa vergüenza desde todos los sentidos, de que servirá que la segunda división se llame primera división y la primera se llame división premier, que de exclusividad (acuñado a la palabra de referencia premier) puede tener un campeonato de bases irregulares y que cada semana nos sorprende con los manejos de los clubes de segunda que dejan impagados a sus jugadores, o mejor aun que no tienen donde establecerse de local y donde hacerse fuerte con su hinchada, ¿en verdad merece llamarse primera división? . Que viva la informalidad del Futbol Peruano!
Pero si queremos seguir hablando de horrores, deberíamos hablar del partido del Indunsa con el Sport Aguila, donde el más destacado de todos los que estuvieron en el campo fue el árbitro llamado Federico Sosa, parecía que no quería que nadie ganara, error tras error, termino siendo abucheado a su salida, pero debemos aplaudir la actitud de los hinchas arequipeños que mantuvieron a su equipo alentado y aplaudido hasta el final del partido. El análisis nos bota lo siguiente, y quizás seamos un poco redundantes en repetirlo pero, los árbitros del Perú no están listos ni para la segunda división y la muestra se da cada semana en cada partido, la solución es la llamada importación de terna extranjera, ya que aludimos que estos señores no se dejaran llevar por las hinchadas, y que no les pesara el cobrar las faltas tal y como corresponden sin temor a ser asediados por delincuentes llamados hinchas.
Otro estadio que no se salva de las criticas es el Campeonísimo de Talara, donde el Atlético de Torino juega de local. Si bien es cierto que el césped está en mejor estado que el del Manuel Bonilla, aún deja mucho que desear. La infraestructura del estadio hace recordar al Campeones del 36, rejas oxidadas tierra en los alrededores y carteles sin publicidad dan la sensación de un estadio descuidado y completamente olvidado; donde los hinchas son los encargados de darle algo de vida con las banderolas y pancartas que colocan para alentar al popular Taladro.
Sin embargo, hay estadios que vale la pena nombrar y que deben servir de ejemplo para los demás. Uno de ellos es el Municipal de Matucana. Con una capacidad para 8000 espectadores y una moderna infraestructura. Este cuenta con todas las comodidades para que se dé un buen partido y no tiene nada que envidiar a otros estadios. Definitivamente es un símbolo de la provincia de Huarochiri, que se merece fútbol profesional. El 25 de Noviembre, donde Cobresol ejerce su localia, es reflejo de progreso y trabajo organizado del municipio. Este estadio es el orgullo de Moquegua con una capacidad para 25000 espectadores, un moderno armazón de metal en la tribuna y un grass que parece de otro continente.
La realidad de “La Segunda”, hablando en términos generales es mala, la incapacidad de los municipios y dirigentes hace que sea un torneo mediocre que no aporte a nuestro fútbol y que atenta contra la integridad de los jugadores. Pero hay casos que son dignos de admiración y esperemos que los demás sigan su ejemplo y este torneo que atrae a miles, mejore.
La cancha del estadio Municipal Niño Héroe Manuel Bonilla era una vergüenza, no hay otra palabra para describirla. Hace que uno se pregunte cómo es posible que un torneo profesional se juegue en tan precarias condiciones. Con cada disparo al arco, barrida o tiro libre la cantidad de tierra que se levantaba era suficiente como para ahogar a cualquiera de nosotros. Además el desnivel de la cancha hacía que el juego sea impreciso e impredecible, ya que no se sabía hacia donde daría bote el balón, y es que el Muni no tiene dinero para jugar de local en otro estadio, pero eso ya es otra historia. Pero lo que es inconcebible es que un partido de un campeonato se paralice por más de 1 hora por supuestos problemas administrativos del club, en cual podría caber también la falta de seguridad que brinda el estadio, ya que es un horror que dos hinchadas estén en la misma tribuna, una completa vergüenza desde todos los sentidos, de que servirá que la segunda división se llame primera división y la primera se llame división premier, que de exclusividad (acuñado a la palabra de referencia premier) puede tener un campeonato de bases irregulares y que cada semana nos sorprende con los manejos de los clubes de segunda que dejan impagados a sus jugadores, o mejor aun que no tienen donde establecerse de local y donde hacerse fuerte con su hinchada, ¿en verdad merece llamarse primera división? . Que viva la informalidad del Futbol Peruano!
Pero si queremos seguir hablando de horrores, deberíamos hablar del partido del Indunsa con el Sport Aguila, donde el más destacado de todos los que estuvieron en el campo fue el árbitro llamado Federico Sosa, parecía que no quería que nadie ganara, error tras error, termino siendo abucheado a su salida, pero debemos aplaudir la actitud de los hinchas arequipeños que mantuvieron a su equipo alentado y aplaudido hasta el final del partido. El análisis nos bota lo siguiente, y quizás seamos un poco redundantes en repetirlo pero, los árbitros del Perú no están listos ni para la segunda división y la muestra se da cada semana en cada partido, la solución es la llamada importación de terna extranjera, ya que aludimos que estos señores no se dejaran llevar por las hinchadas, y que no les pesara el cobrar las faltas tal y como corresponden sin temor a ser asediados por delincuentes llamados hinchas.
Otro estadio que no se salva de las criticas es el Campeonísimo de Talara, donde el Atlético de Torino juega de local. Si bien es cierto que el césped está en mejor estado que el del Manuel Bonilla, aún deja mucho que desear. La infraestructura del estadio hace recordar al Campeones del 36, rejas oxidadas tierra en los alrededores y carteles sin publicidad dan la sensación de un estadio descuidado y completamente olvidado; donde los hinchas son los encargados de darle algo de vida con las banderolas y pancartas que colocan para alentar al popular Taladro.
Sin embargo, hay estadios que vale la pena nombrar y que deben servir de ejemplo para los demás. Uno de ellos es el Municipal de Matucana. Con una capacidad para 8000 espectadores y una moderna infraestructura. Este cuenta con todas las comodidades para que se dé un buen partido y no tiene nada que envidiar a otros estadios. Definitivamente es un símbolo de la provincia de Huarochiri, que se merece fútbol profesional. El 25 de Noviembre, donde Cobresol ejerce su localia, es reflejo de progreso y trabajo organizado del municipio. Este estadio es el orgullo de Moquegua con una capacidad para 25000 espectadores, un moderno armazón de metal en la tribuna y un grass que parece de otro continente.
La realidad de “La Segunda”, hablando en términos generales es mala, la incapacidad de los municipios y dirigentes hace que sea un torneo mediocre que no aporte a nuestro fútbol y que atenta contra la integridad de los jugadores. Pero hay casos que son dignos de admiración y esperemos que los demás sigan su ejemplo y este torneo que atrae a miles, mejore.
ESCRITO POR FABRIZIO TORO Y PAULO OSORIO
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